En las pasadas elecciones europeas el Partido Popular ganó de manera clara y evidente (bajo ocho escaños, sacó 16 escaños dos menos que el PSOE, perdió más de 2.000.000 de votantes, presuntos diputados que iban en puestos de salida quedaron descolgados y en espera de nuevo destino, etc.), entonces, la Sñrª. Secretaria General (Sñrª. Cospedal) y el Sr. Candidato electo (Sr. Arias Cañete) salieron públicamente y declararon sin ningún pudor (faltaría más), que el PP había ganado las elecciones.
La participación electoral fue inferior al 55% del electorado, debiéndose destacar que ese 45,8% de electores votantes, en gran medida, se debió a la subida de los independentistas y la participación masiva de la izquierda radical, que esa forma ponían de manifiesto sus intenciones y deseos, que por mucho que se quieran denigrar son legítimos en cualquier democracia, aunque la mayoría de los españoles no estemos de acuerdo con ellos de ninguna manera.
Las cúpulas de los partidos perdedores (al menos en votos) PP y PSOE realizaron análisis internos profundos y realistas, llegando a conclusiones razonables, lógicas y con perspectivas de futuro. Si alguien lo duda, que lea las declaraciones de los partidos dominantes, seguro que las comparte al 100 por 100: “La culpa es de los españoles que no votan o votan a quien no deben votar, ellos son inocentes y unas pobres víctimas”.
Así, el Partido Popular sentó una conclusión definitiva: “Sus votantes se habían quedado en casa y no votaron”. Creo que la conclusión del PP es correcta y certera, salvo por algunas consideraciones y motivos, ya que para empezar, ¿quién le ha dicho al PP que los votantes son suyos?, es más, yo creía que los votos eran de los electores libres y conscientes en la elección y depósito de su voto, pero es evidente que estaba equivocado.
Al Partido Popular los españoles (no como ellos dicen sus votantes) no han querido votarle libre y voluntariamente por muchos motivos, entre ellos, sin ánimo de exclusividad, se pueden señalar los siguientes:
1.- Incumplimiento notorio y manifiesto de su programa electoral.
2.- El machacamiento, en todos los sentidos, de sus bases electorales (clases medias).
3.- Corrupción establecida en todos los niveles y su falta de medidas serias y eficaces para erradicarla de raíz. (El llamado Caso Bárcenas, Gurtel, etc. son paradigmáticos).
4.- La terrible presión fiscal establecida, sobre todo para las clases medias, que ha sumido a muchos españoles en la semipobreza. (Sólo a título de ejemplo: Un agricultor andaluz que esté en módulos del año pasado a este su coeficiente en la declaración de renta ha subido ocho puntos).
5.- La lucha y medidas contra el terrorismo apartadas de la mayoría de los españoles, al menos de sus bases de posibles votantes.
6.- La reforma del poder judicial politizada y en manos de los partidos.
7.- La falta de democracia interna en el partido, así, el último episodio de la elección dedocrática del presidente en Andalucía, Sr. Moreno Bonilla, ya ha tenido respuesta de los andaluces en las elecciones europeas.
8.- La deriva nacionalista en Cataluña y País Vasco sin medidas y en espera permanente de inanición premeditada y consciente.
9.- El gasto público no productivo creciente y la galopante subida de la deuda pública.
10.- Las leyes aprobadas, como la Ley de Tasas Judiciales que impide el acceso a la justicia a los más necesitados, entre otras.
11.- El rescate sin responsabilidad alguna para las Cajas de Ahorros y la desaparición del crédito para los ciudadanos y empresas.
12.- Las subidas de la energía, mientras las compañías eléctricas llenan sus Consejos de Administración de influyentes cargos políticos cesantes y aumentan sus cuentas de resultados.
13.- La política de subvenciones, sin medida, para los partidos políticos, sindicatos, patronales, empresas públicas (véase RTVE) y la proliferación de cargos de confianza a todos los niveles de las administraciones públicas. ¿Qué ayuntamiento, diputación Comunidad Autónoma, organismo paralegal o empresa pública, etc. no tiene una cantidad insuperable de personal dedocrático de confianza?
14.- Para terminar, es que encima de todo, no amenazan, como el candidato electo Sr. Pons, que hablando del nacimiento de “Podemos” y del crecimiento de los nacionalistas, cuando se dirige a los españoles nos dice en tono amenazante: “si no nos votan Uds. ya saben lo que les espera”. Es decir, no hay propósito de enmienda, reconocimiento de errores ni piedad de clase alguna, de manera que la conclusión es: “os vais a enterar si no nos votáis”.
El Partido Popular (su cúpula directiva), después de lo dicho y de muchos motivos más, puede creer realmente, que los españoles le van a creer porque si y, en consecuencia a votar en próximas elecciones. Los argumentos del Presidente del Gobierno, de sus ministros y de la clase dirigente del partido sobre la mejora económica, la prima de riesgo, el descenso mínimo del paro registrado y toda la propaganda de España mejora, que no llega, ni de lejos, a la gran mayoría de los españoles, mientras crece el umbral de pobreza entre los ciudadanos y la tasa de pobreza de los menores de 16 años se sitúa en el 26,7%, siendo 6,3 puntos superior a la del conjunto de la población según el INE, los españoles no se los creen ni los comparten, porque solo sienten la cuerda que aprieta sus cuellos cada día más.
Creo, después de haber visto, que todos los políticos establecidos y subvencionados están contentos con los resultados electorales, cuando más del 55% de los electores españoles no han participado en la votación y se han abstenido, que nuestra propuesta de pedir la abstención absoluta y que el partido de la abstención completa y total se imponga barriéndolo todo, se presenta como una necesidad a la sociedad española, porque la pregunta que todos debemos hacernos es simple y concreta: ¿es posible que exista algo peor que lo que tenemos y de los políticos que nos dominan y nos explotan sin misericordia y, además, nos amenazan?
Ante tanto abuso y situación de privilegio de unos pocos, solo cabe una conclusión: Que nadie vote en las próximas elecciones y a empezar desde cero. Si nadie vota el problema social y económico de España, al día siguiente, estará solucionado de forma radical y definitiva para la gran mayoría de los españoles.
Córdoba, 8 de junio de 2014
Fdo. Enrique García Montoya
Abogado. Inspector de Trabajo y S.S. (excedente)