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Puertas al campo (los despidos desaparecen – democracia y libertad)

El dicho de -poner puertas al campo, se utiliza cuando se intenta poner límites o restricciones a algo que no se puede controlar.  En otras palabras, “expresa la inutilidad de una medida que pretende restringir la libertad”.

La Ministra de Trabajo, Sñrª. Díaz insiste en que sí “se deben poner puertas al campo”, y, quiere proponer prohibir por ley los despidos -objetivos-, ya que, la democracia comunista es libertad.

El Estado Social y Democrático de Derecho que la Constitución consagra con todos sus derechos y libertades fundamentales garantizados, queda en el vacío de la nada, pues lo importante no es solucionar el problema, sino crear otro mayor para olvidar el anterior.

N.B.  Los despidos se prohíben y se ponen puertas al campo, asunto concluido, viva la democracia y la libertad.

Es lo que hay. Pues, ESO.

Es una postura de desesperanza, que aumenta la incertidumbre y el malestar, de forma, que con lo que está cayendo, la actividad pública de un Gobierno se dirija  a limitar derechos y libertades, en lugar de buscar razonablemente soluciones eficaces para los españoles, es algo incalificable.

Córdoba, a 26 de marzo de 2022

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.

Prohibir, prohibir y prohibir (extremismo liberticida y unidiréccional)

Dice Zoé Valdés, entre otras cosas, (10-06-20 – El siglo de la religión y del racismo): “que la ignorancia no conoce el ridículo, y, que la ignorancia es eso: pura suficiencia encima de una vastedad soberbia, o de la soberbia como vastedad desértica”. “Sólo unos pocos nos enfrentamos a todo tipo de extremismos, el resto tiene miedo, o sencillamente no nos cree porque no lo han vivido”.

Tras el asesinato de George Floyd en EE. UU., todos los extremistas liberticidas se han lanzado con el fervor de los creyentes a destruir nuestra libertad en cualquiera de sus formas, pues no existe más verdad que la suya, incluso, Greta Thunberg se apunta al Black Lives Matter y como justiciera racial, pide a la UE que condene “la brutalidad policial”.

Nada importa ya, salvo imponernos sus criterios unidireccionales y prohibir todo lo que no consideran, como verdad suprema, su extremismo reaccionario. Solo lo que consideran como “su políticamente correcto” tiene derecho a sobrevivir, todo lo demás, sin exclusiones debe ser eliminado de raíz.

El llamado estado islámico, como los talibanes en su día, destruyeron tesoros arqueológicos irremplazables, pero los movimientos extremistas, pretendidamente liberales, luchadores por la justicia (la suya exclusivamente) no movieron un solo músculo, como tampoco lo movieron ni los mueven los movimientos feministas ante la situación de las mujeres en los territorios regidos por la ley islámica.

Su política sectaria y liberticida hacía nuestras libertades con exclusividad malsana, no permite otra posición que no sea la suya, que es la única verdad que debe sobrevivir. Es lo políticamente correcto de unos extremistas iluminados solo por su propia luz verdadera indiscutible y absoluta.

Lo peor, es que esta triste realidad aumenta sin descanso con su lema extremo de “vamos por ellos”.

En España vemos como el extremismo excluyente avanza sin descanso, quizás, ahora, con el estado alarmante va a velocidad de crucero, de forma que el que disiente es un “broncas”, ya que el Gobierno está ocupando todas las instituciones del estado, y, hoy, nadie duda, que además, de la creación de un lenguaje inclusivo; un ejecutivo autoritario y extremista preso de lo correcto exclusivo, esta ya creando los medios para forzar una sociedad sumisa, dependiente y cautiva, desarrollando, en sus propias palabras una policía patriótica, una fiscalía patriótica, una abogacía del estado patriótica, etc. etc., mientras, como dijo el General Santiago, Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, se monitoriza y controla a los desafectos del Gobierno por todos los medios posibles (véase el CIS de Tezanos).

Puede ser, que nadie nos crea, a los que pensamos y vemos, que el deterioro de nuestra libertad está en ascenso, avanzando sin pausa y con el objetivo final de crear una sociedad dependiente, sometida y cautiva, mientras el Gobierno y sus afectos controlan toda la información, creando, además, una verdad distorsionada, que es la oficial, a la vez que se oculta cualquier información veraz, como por ejemplo, el número de fallecidos, destruyendo la división de poderes y estableciendo una apariencia de legalidad dependiente y controlada por Decreto Ley inconstitucional.

N.B. Es la hora de prohibir, prohibir y prohibir por un extremismo liberticida, excluyente y unidiréccional, convencido por la vía de los hechos, de que nada tiene derecho a existir, salvo él. Es lo que hay, todos a aplaudir y arrodillados, que os salvamos a todos queráis o no.

Desgraciadamente, hay muchos que se lo creen y, a la vez, aumenta el número de conversos (por muchos motivos, aunque algunos sean espurios), de manera que todos arrodillados, sumisos y cautivos con prohibición de alzar la voz. Por si faltara algo, el poder judicial anda adormecido y preso de su propia endogamia, pero siempre en silencio, cerrado y respetuoso con el Gobierno, de forma, que lo debían ser lugares de amparo y cobijo ante la arbitrariedad de los poderes públicos y de la ilegalidad de los mismos en sus actuaciones, que serían el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, se quiera ver o no, rodeados de una barrera venenosa de corales cortantes preñados de formalismos excluyentes para el pueblo, se han convertido en socios del sistema político abandonando a los españoles, que cuando piden justicia y amparo solo reciben una contestación: falta de jurisdicción, falta de competencia, rigores formales impeditivos y, por si faltara poco, falta de interés casacional o constitucional. En resumen, indefensión absoluta, ¿alguien lo pone en duda?

Córdoba, a 14 de junio de 2020

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.