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Confusión – inseguridad jurídica – incertidumbre (Reforma Laboral – información veraz)

La Reforma Laboral en España trufada de mentiras y verdades se ha impuesto, porque todos querían una “mentira disfrazada de verdad” antes que una verdad desnuda, que es la que la Constitución Española de 1978 consagra en su art. 20, al establecer que es un derecho fundamental -la información veraz-.

En España ahora con la reforma, que se dice consensuada, reina la confusión, la inseguridad jurídica y la incertidumbre, pues la mentira disfrazada de verdad, es que nadie conoce el contenido concreto de las medidas aprobadas-consensuadas y mucho menos cuales serán sus efectos en nuestro mercado de trabajo.   

El derecho a una “información veraz” ha sido sustituido por un consenso oprobioso, donde domina la desconfianza entre todos y para todos y donde se están ocurriendo cosas tremendas por su propia peligrosidad, así:

* El Sr. Garamendi, Presidente de la CEOE, dice que el Congreso no podrá tocar una sola coma, lo que, en si mismo, es un disparate inconstitucional, pues, simplemente, se está cargando la democracia en España, que se basa en la representación del Pueblo Soberano en sus dos cámaras Congreso y Senado.

* Nadie sabe de verdad cual es el contenido real de la Reforma Laboral consensuada y aprobada, ni nadie conoce sus posibles efectos en el mercado de trabajo español, razón por la que, como en otros casos, se impone la inseguridad jurídica, la incertidumbre y la desconfianza. Es decir, tenemos un mercado de trabajo que es un campo de minas, tanto para los trabajadores como para los empresarios, de forma, que ante esa situación de desconfianza dentro y fuera de España solo se vislumbra parálisis y estancamiento.

* El paro de todo tipo (coyuntural y estructural) que es el gran problema de España, no solo no se reducirá, sino que aumentará o, como mínimo, se enquistará indefinidamente, pues nadie creará un puesto de trabajo permanente sin mejoras claras en la productividad, que permitan empresas competitivas, lo que exige seguridad normativa, certidumbre, flexibilidad y libertad de contratación, pues dejarlo todo en manos de los jueces y tribunales es algo cercano al suicidio de nuestro mercado laboral.

Por si faltara algo, la inflación creciente ha puesto la puntilla a una Reforma Laboral desconocidaporque, se mire como se mire, es tiempo de liberar los mercados, no de consensuarlos en la imposición ideológica,  y porque Europa ha dicho claramente, que nuestra economía está parada, que es lo última de la fila y que nuestros indicadores (deuda, déficit, sistema de Seguridad Social, gasto público improductivo, IPC, PIB, desempleo, impuestos crecientes, etc.) están bajo mínimos.

Iniciar una recuperación sólida real es algo imprescindible, lo que significa, que todas las normas limitativas de derechos y libertades deban ser erradicadas, pues sin una política abierta que mejore la productividad, dirigida a aumentar la confianza interior y exterior y a crear un mercado de trabajo ágil y seguro, solo existirá, como ocurre ahora, incertidumbre y parálisis social y económica.

N.B. En España, ahora mismo, domina la confusión, la inseguridad jurídica y la incertidumbre, ya que, la Reforma Laboral consensuada con imposiciones está trufada de mentiras y verdades, porque todos los interesados querían una “mentira disfrazada de verdad” antes que una verdad desnuda, que es la que la Constitución Española de 1978 consagra en su art. 20, al establecer que es un derecho fundamental “la información veraz”.

En España hace falta, que nuestra economía gane en competitividadcosa que solo se consigue con aumentos de la productividad, para así, controlar la inflación y crear empleo estable y duradero, pero sin flexibilidad en el mercado de trabajo, con excesivo rigor normativo y sin seguridad jurídica será imposible alcanzar ese objetivo.

(Solo un ejemplo, además, de la Reforma Laboral:

-Ley 20/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público.

-Ley 21/2021, de 28 de diciembre, de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo de la sostenibilidad financiera y social del sistema público de pensiones.

-Ley 22/2021, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022).

Así mismo, estamos alejándonos de Europa y de la U. E., sumergiéndonos más en una normativa laboral rígida, y, así, no puede  desarrollarse un mercado de trabajo competitivo, que permita crear empleo, reducir el paro y recuperar un crecimiento económico sostenido.

Córdoba, a 29 de diciembre de 2021

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.

Empleo y paro (problema real y asuntos superpuestos)

En estos días de incertidumbre e inseguridad jurídica donde peligra la libertad, se tiende a ignorar, como se ve, uno de los verdaderos problemas de España que es el desempleo, en favor de otros asuntos menos prioritarios, como las pensiones y la reforma laboral, consiguiendo que, el problema del paro quede difuminado y camuflado (confundido) para los españoles, ya que, las pensiones, se quiera admitir o no, están controladas y la reforma laboral planteada, sirviendo su preminencia tunanteada en las noticias para ocultar el problema esencial y básico de la Nación, que  es el numero tan tremendo de personas inactivas y en paro, de las que parece, que nadie se acuerda.

El numero de personas sin empleo real en España es aterrador, no solo por sus cifras -5.000.000-, -sin contar inactivos- y las -cifras engañosas del empleo público que disfrazan el problema-, sino también, por la distribución desigual del mismo por sectores, por regiones, por razón de edad -menores y mayores de 50 años- y de género, donde las mujeres están injustamente olvidadas y, además, tratadas desigualmente en puestos menores sin razón ni justicia.

Abundando en lo dicho, ahora el problema primigenio está en la reforma laboral de la Ministra Sñrª Díaz (sindicatos incluidos) y del líder patronal Sr. Garamendi, así como, en las pensiones, con un Ministro de S. S. Sr. Escrivá que hasta la fecha nadie sabe donde está ni que propone realmente, quedando el problema del paro difuminado en segunda línea, cuando las tasas de desempleo en España son una vergüenza para cualquier persona razonable, y. que, además, en la U. E., no solo nos marca a nosotros con la insignia del desastre, sino que, arrastra las tasas de desempleo de la Unión Europea lastrándolas sin remedio.

Sinceramente, lo expuesto sobre el desempleo se me antoja un disparate de proporciones galácticas, aunque parece, que a los poderes públicos en España les da igual, y, que el paro es un asunto de segunda línea en importancia, que puede esperar, cuando realmente es la base esencial de todos los asuntos, que enturbian el mercado laboral en la Nación.

Sin poner una solución eficaz, rápida, consensuada y estructural al problema del paro, todas las demás propuestas dedicadas al mercado laboral, a la consolidación del régimen de pensiones y a otros asuntos que se publicitan sin rigor ni rubor como fundamentales para la reforma laboral en España, carecen de sentido, si como se está haciendo ahora, se olvida esos millones de personas inactivas forzosas, que existen y se ven por todos los territorios de la Nación, sin olvidar el camuflaje del sector público en materia de empleo, así como, todo el submundo oscuro del empleo precario y sumergido.

Se quiera ver o no, el número de personas en paro real en España supera cualquier otra desgracia, que tenga la Nación.

Si se acude a cualquier medio de comunicación (TV, prensa escrita en papel o digital, discursos políticos, charlas, etc.) los asuntos todos aparecen priorizados, menos el desempleo, así, sin ánimo excluyente:

+Pensiones; +Reforma laboral; +discusiones políticas; +Fondos Europeos; +elecciones; +Poder Judicial y su reparto político; +subidas de precios – inflación; +PIB; +partidos políticos; +sindicatos; etc. etc., casi inacabable.

El asunto crucial para todos los españoles que es el desempleo y su tremenda tasa, casi innombrable, está desaparecido de la discusión pública, especialmente, de todos los poderes públicos con algunas exiguas excepciones.

Lo curioso por su crudeza es, que, además, se plantean propuestas, como la del Ministro de S. S. Escrivá de subida de las cotizaciones, que supondrá aumento del paro, cuando, se quiera aceptar o no, solo aumentando el empleo, es decir, reduciendo el paro, será posible aumentar la productividad, recuperarnos y poder cubrir el gasto social necesario.

España necesita urgentemente reducir su tasa de paro igualándola a la de la U.E., lo que implica la adopción de medidas eficaces para aumentar la riqueza productiva, mejorar la cualificación profesional de los trabajadores de forma continua y permanente, dictar normas que acrecienten la flexibilidad y mejoren todas las condiciones de trabajo, no solo los salarios, y, en definitiva, crear un marco de empleo que propicie un mercado de trabajo justo y equitativo, dominado por la mejora de la rentabilidad y la creación de riqueza.

Finalmente, poner de manifiesto, que, si el problema del desempleo es acuciante en España, en algunas de sus CC. AA. como Andalucía, el asunto pasa de problema a desastre total, cuando, además, a mayor inri, dentro de su territorio existen desigualdades en el paro abismales, como pueden ser el Campo de Gibraltar con una tasa de desempleo inasumible y algunas zonas de Almería donde el problema se diluye.

N.B. Ignorar el problema tremendo del paro es un error enorme, pero si, además, se pospone su solución y se pretende camuflar desde el poder con distracciones, que solo aumentan el problema, la recuperación económica y social de España entrará en un bucle interminable de imposibles.

El desempleo y su posible solución precisa de la participación de todos, de manera, que, para empezar, se podría iniciar el camino de las posibles soluciones, reconociendo la magnitud del problema, acordando una serie de medidas urgentes de carácter estructural, que todos conocen, que aumentan la productividad, la formación y el reciclaje permanente de los trabajadores y la creación de riqueza, pues, solo así, podremos iniciar la recuperación, creando empleo de calidad y duradero.

La postura de quietud extrema tancredista no conduce a la solución de ningún problema, y, en España ya vamos sobrados históricamente de actitudes inanes, que solo llevan al desastre.

Córdoba, a 20 de noviembre de 2021

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.

La ejemplaridad y la ética -II- (valores en desuso – él no va más)

Ha sido rápido, algunos de los lectores no han tardado ni minutos en “cachondearse” de mi anterior artículo, con frases como: “tienes más moral que el Alcoyano”, “tienes menos futuro que el pretérito perfecto simple”, “le pides peras al olmo” y otras cosas parecidas. Están convencidos, de que siendo verdad lo que digo, no voy a convencer a nadie, porque es un caso perdido.

A pesar de lo que dicen con razón, sin duda, no estoy de acuerdo, pues estoy convencido, de que las verdades de valor universal son indestructibles y siempre consiguen producir efectos beneficiosos para todos.

No se puede caer en el absoluto pesimismo y aceptar la desgracia del todos iguales. No se puede decir, a pesar de los ejemplos políticos que -llevamos sufriendo-, que “esto no tiene arreglo” y admitir expresiones y convicciones parecidas; así, no puede ser verdad, que, por ejemplo, se diga, que todos los abogados son unos aprovechados, que todos los médicos son unos irresponsables, que todos los empresarios son unos golfos, etc. etc. colectivo por colectivo: Porque no es cierto, que la mayoría lo sean.

Si existe una verdad de valor universal, es que los colectivos de cualquier país o nación son iguales, de manera, que los tantos por cientos de golfos, sinvergüenzas, irresponsables, etc. entre cualquier colectivo son prácticamente idénticos; así, que los abogados, los médicos, los empresarios, etc. son en cuanto a honrades, bonhomía, y/o irresponsabilidad casi iguales, y, que por tanto, en cualquiera de esos colectivos señalados y en los demás, el tanto por ciento de golfos, horados, ejemplares, etc. es idéntico, lo que significa, que cuando se habla de cómo son nuestros políticos malignizándolos a todos, es una verdad de validez universal, *que son un reflejo de la sociedad que los elige.

Es otra verdad de validez universal, que existen valores como la ejemplaridad y la ética, que, aunque parezca, que han desaparecido y que han sido destruidos, no es cierto, sino que esos valores están anclados en nuestro estado de derecho y en la Constitución, lo que ocurre es que, simplemente, han caído en desuso, pero que necesariamente cualquier sociedad o/y nación que se precie, es plenamente consciente, de que toda recuperación pasa por la puesta al día y en vigor de todos esos valores, que son las bases de las democracias.

Así mismo, es otra verdad de valor universal, que las libertades y derechos, así como, los principios democráticos de las sociedades libres no se defienden solos, sino que son los ciudadanos, los que día a día y uno tras otro tienen el derecho y la obligación de combatir sin tregua a su favor, para que esos valores no desaparezcan arrinconados, pasando al cajón del olvido. Es decir, hay que conseguir día a día que esos valores no caigan en un desuso permanente e irrecuperable.

Es otra verdad de valor universal, que ciertos valores como la ejemplaridad y la ética son los contrapesos forzosos de la libertad.

N.B.  La ejemplaridad y la ética son valores en desuso, pero, eso no significa, que hayan sido destruidos, razón por la que defenderlos y recuperar su vigor, es imprescindible para cualquier régimen democrático.

A pesar de las bromas del inicio, el abandonar los valores anclados en nuestras libertades no es una opción válida, ya que, estoy convencido, de que los valores de utilidad, interés y beneficio universal son indestructibles y siempre se pueden recuperar, produciendo su vigor renovado fortalecer la democracia.

No se puede caer en la desgracia de aceptar el todos iguales.

Córdoba, a 23 de octubre de 2021

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.