Hemos celebrado el día de la Constitución, aunque da la impresión en esas celebraciones públicas de luces y fiestas, que muchos políticos de todos los partidos (quizás demasiados) han abrazado la política del olvido de las cosas importantes, dedicándose por ejemplo, a los alumbrados, a la propaganda de lo improductivo, al aumento del gasto público innecesario y a las subvenciones, de manera, que, a mayor dislate, si algún ciudadano se mueve y pretender crear riqueza le cae un impuesto, y, que si se atreve a sacar la cabeza a pesar de la imposición fiscal, se le saca una ley y/o una ordenanza que lo regula y, curiosamente, cuando se para sometido a la “cultura de lo no importante imperante” le dan una subvención; es decir, hemos llegado a un mundo maravilloso donde lo políticamente correcto no son las cosas verdaderamente importantes, sino que lo que prima, es dedicarse al mundo de lo etéreo y de la propaganda “influenzer”, ya que, lo ahora determinante en el universo “woke” dominante es gastar en lo superfluo adobado con dinero público, procedente, a ser posible, del aumento de la deuda pública y del déficit público.
En vez de liberar la capacidad productiva de la economía y del mundo de las ideas creativas, lo que se proyecta e inculca, es aumentar la intervención gubernamental en el sector privado real y productivo, mediante un crecimiento del bucle interminable de todos los poderes públicos en aras del inmovilismo económico, político y cultural, que desgraciadamente solo produce inflación y una sociedad subvencionada desde lo público, que crece exponencialmente.
Para justificar todo gasto público innecesario se mantiene, que todo se arregla con estímulos monetarios laxos, aunque, la verdad es que el resultado es la inflación, que machaca los salarios y asfixia el crecimiento real perjudicando siempre a las posiciones más pobres y necesitadas social y culturalmente.
Lo que hay es lo que hay, así que ha llegado la hora de la sublevación pacífica de los españoles, que creemos que otra forma de política es posible y que hay que luchar por las “cosas importantes” como el valor justicia, la libertad y la igualdad, de forma, que en ese camino necesario asociaciones y colectivos como “Córdoba Abierta ACOA” serán los instrumentos de autodefensa ciudadana.
N.B. A llegado la hora de las cosas importantes y de dejar a un lado la palabrería woke sufragada con gasto público innecesario, porque el camino no puede ser la inflación y las subvenciones públicas basadas en la deuda y el déficit.
Es la hora de pelear por la libertad y la igualdad real de todos.
Córdoba, a 7 de diciembre de 2024.
Fdo. Enrique García Montoya.
Abogado. ICA – Córdoba. Cd. 1316.