Las preguntas de estos días son ¿quién tiene representatividad real? y ¿quién oficialmente no representa a nadie?
La dicotomía es abrumadora, así que conviene examinar y comprobar la realidad:
1.- La Ministra de Transportes Raquel Sánchez llama radicales de ultraderecha, violentos e ilegales (sus compañeros de Gobierno también) a los transportistas que han paralizado España, mientras negocia con otros transportistas que se dicen representativos, aunque da la impresión de que solo se representan a sí mismos.
2.- Los llamados sindicato de clase se manifiestan y reúnen una multitud de quinientas personas, mientras los trabajadores españoles parece que va por otro lado, razón por la que parce que esos sindicatos solo se representan a ellos y solo defienden sus propios intereses subvencionados.
3.- La CEOE con el Sr. Garamendi al frente pacta con el Gobierno asuntos varios, como la reforma laboral, etc., pero parece que la mayoría de las empresas españolas van por otro lado, de manera, que su representatividad de la mayoría de los empresarios es claramente incierta y constituye un bluff (un farol) manifiestamente irreal, ya que, la realidad es que solo se representan a sí mismos y a sus intereses. El caso de la exministra Sñrª. Báñez, asesora bien pagada de la CEOE, es un claro ejemplo de esa representatividad vacía interesada.
4.- En el Congreso los dos partidos hegemónicos pactan el T. C., el T. de Cuentas, y otros apaños, aunque a veces, alguien alza la voz y se produce el milagro, como la oferta rechazada por el T. Supremo de renovar la cúpula de la A. E. P. D., aunque volvemos a lo mismo, ¿esos diputados realmente representan al Pueblo que los eligió?, por no hablar del Diputado Sr. Casero votando -equivocadamente- la reforma laboral (¿un paripé?).
La respuesta de los españoles de a pie solo hay que verla en la calle, es decir, que esos diputados votados en listas cerradas no están representando al Pueblo, sino a unos intereses desconocidos alejados del interés general nacional.
Se podría seguir enumerando casos de representatividad real y de representatividad oficial vacía de contenido, aunque, lo expuesto, es más que suficiente para entender la dicotomía entre lo real y lo irreal, cuando se habla de solucionar asuntos y problemas que afectan a la mayoría de los españoles.
Si los poderes públicos, aunque hayan sido válidamente elegidos por el Pueblo, se apartan del sentir y padecer de la gran mayoría y no pasa nada, ni nadie asume responsabilidades, es evidente, que nuestra de democracia ha entrado en un bucle auto destructivo, que necesariamente derivará en algo malo para los españoles, pues no pude ser, que unos pocos muchos se impongan por la fuerza a unos muchos -muchos-, es decir, a la gran mayoría de los españoles y sus intereses.
Las manifestaciones multitudinarias de estos días, de toda clase de colectivos, que oficialmente se dice, que no representan a nadie, son un ejemplo de separación y ruptura entre la España Oficial y la España Real de los ciudadanos.
El Estado Social y Democrático de Derecho que la Constitución consagra con todos sus derechos y libertades fundamentales garantizados a los españoles, queda en el vacío de la nada, de forma, que se toman medidas consensuadas de verdad o la destrucción de nuestra democracia será inevitable.
N.B. La representatividad real (El Pueblo) y la representatividad oficial de Gobierno, partidos políticos, sindicatos, CEOE, etc., no tienen otra opción que combinarse para encontrar soluciones a los problemas verdaderos del Pueblo (desempleo, inflación, impuestos, gasto público, división de poderes, mercado laboral, derechos y libertades, etc.), ya que, de otra forma, el proclamado Estado Social y Democrático de Derecho proclamado en la Constitución de 1978 dejará de existir y entraremos en un proceso de auto destrucción colectiva.
Es lo que hay. Como dijo el Presidente Sánchez: ¿La Fiscalía de quien depende? – Del Gobierno, pues, ESO.
Es una realidad de desesperanza, pero si la actividad pública del Gobierno y demás colectivos oficialistas se dirigen cumplir sus propios intereses, limitando, además, derechos y libertades, en lugar de buscar razonablemente soluciones eficaces para la España real. seguiremos como estamos en la ruina y sin libertad.
Córdoba, a 27 de marzo de 2022
Fdo. Enrique García Montoya
Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.