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Desempleo – la realidad y la mentira – III (Sector Público – gasto en aumento)

La realidad es que los datos oficiales del Gobierno sobre empleo y paro son engañosos porque están dopados, de manera, que la trampa y la mentira forman parte del mundo paralelo que nos dibujan día a día, así, por ejemplo:

**Todo lo que son retribuciones públicas, -pensionistas- suponen un gasto sobre 170.000 millones de euros y -empleados públicos- suponen un gasto de 148.000 millones en salarios, lo que hace un total de 318.000 millones de euros, que son lo que España está pagando de sueldos para sostener un gasto público de personal y pensiones, que crece y crece sin pausa día a día. 

Es un hecho patente e imposible de sostener, que un tercio de España -Sector Privado- sostenga a dos tercios, es decir, sobre 13 o 14 millones de personas, que, además, supone un gasto estructural enquistado en las Administraciones Públicas.

** El asunto del paro en España es algo inaudito dentro y fuera de España, con el agravante de que {la tasa de desempleo oculta el alcance de la demanda laboral de las personas que han abandonado desesperanzados la búsqueda activa del trabajo, de forma, que  de algunas personas desempleadas se puede decir, que no están disponibles para trabajar}.

Dicho de otra manera, quizás, más clara: En España el número de inactivos que no buscan trabajo y el número de los que llamo incapacitados permanentes sociales (como son los mayores parados de 50 años para arriba, que nunca encontrarán trabajo, sea cual sea la causa) sin la menor duda, se sitúa en los tres millones de personas.

Por otro lado, el desempleo juvenil, el paro de las mujeres y el desempleo de larga duración en España constituyen un desastre social, político y económico, que curiosamente los poderes públicos olvidan, tendiendo a ocultar el problema, aunque sea a través de contratos precarios “indefinidos” y por horas, aunque esa solución trolosa solo convierte la desgracia del paro en algo endémico, que se ha renunciado a solucionar.

** Se dice, que España sigue siendo el país con más paro de la OCDE doblando su media, cosa que se mantiene como algo indiscutible, pero se ignora conscientemente, que también España es la campeona del empleo precario, lo que, sin duda, justifica, en parte, que, teniendo un número de personas en desempleo tan elevado, las empresas de todo tipo tengan dificultades para encontrar trabajadores. (Sin duda, la baja cualificación profesional y las ayudas mal estructuradas y diseñadas para personas necesitadas agudizan el problema).

El Gobierno y algunas CC. AA. afirman, una y otra vez, que hay más y más empleo (aunque pongo en duda los datos oficiales por falta de información veraz), –que hay más personas trabajando y afiliadas a la seguridad social-, pero si el PIB se está reduciendo por debajo del empleo, la realidad es que está bajando la productividad, lo que significa, que se trabajan menos horas (aumenta el trabajo a tiempo parcial -el trabajo de jornada incompleta por horas-) o que, aunque se trabaje la mismas horas existe menor facturación.

En España aumentan las condiciones de trabajo precarias de todo tipo en el empleo que se está creando, incluidas las retribuciones salariales, que hará que baje la productividad y la cualificación profesional. Los poderes públicos (todos) no están apostando por el empleo indefinido de calidad, estable y duradero, de forma, que una cosa es la apariencia de creación de empleo y otra cosa la realidad de los puestos de trabajo que se están creando o transformando, que con toda evidencia no coinciden, ya que, no puede ser que se diga que crece el empleo y que baje el PIB.

El descuadre indica que el empleo creado es de baja productividad y de menos horas de trabajo efectivo.

Finalmente, fijaré otras conclusiones:

a).- Falta información veraz de todo tipo en materia de empleo y de paro.

b).-  En España se están pagando retribuciones para sostener un gasto público estructural de personal y pensiones, que crece y crece sin pausa día a día, que se cifra oficialmente en un total de 318.000 millones de euros, lo que, se mire como se mire, es algo insostenible, pues un tercio de trabajadores del sector privado no pueden mantener a dos tercios de salarios públicos -de 13 a 14 millones de personas con sueldos públicos-.

c).- La situación económica está paralizada (inflación descontrolada, imposición fiscal asfixiante, condiciones laborales irreales y sin flexibilidad, empresas pymes en quiebra en número desconocido pero muy preocupante, que no pueden pagar sus deudas, etc.), lo que llevará al crecimiento del paro y a un empobrecimiento del empleo.

N.B.  Las diferencias entre sector público y sector privado que existen el España son inasumibles para cualquier economía y si a nuestro País le unimos una situación límite por su tasa de paro, sin que, además, se adopten medidas urgentes en vías de una solución, como puede y debe ser una bajada importante de impuestos y una reducción del gato público innecesario e improductivo, la situación es extremadamente delicada para el ciudadano de a pie, ya que, curiosamente, la recaudación del Estado está disparada, mientras la mayoría de los españoles se adentran en la pobreza sin remedio.

Agrava el problema la “falta de información veraz”, que impide conocer la realidad para reformar de raíz nuestromercado de trabajo, así que, la productividad seguirá en caída libre y será  imposible crear empleo estable, duradero y de calidad.

Córdoba, a 13 de abril de 2022

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.

Desempleo – la realidad y la mentira – II (+ empleo – PIB = menor productividad = bajada de horas de trabajo y facturación)

Siguiendo con el tema del paro, me dicen los mismos lectores, que los datos del Gobierno (M. Trabajo – SEPE) son ciertos y quieren que explique donde está la trampa.

Así que, primero diré, que puede ser que haya más empleo (aunque pongo en duda los datos oficiales por falta de información veraz), que haya más personas trabajando, pero si el PIB se reduce por debajo del empleo, la realidad es que se produce menos (es decir, está bajando la productividad), lo que significa, sí o sí, que es porque se trabajan menos horas (aumenta el trabajo a tiempo parcial -el trabajo de jornada incompleta por horas-) o porque aunque se trabaje la mismas horas existe menor facturación.

En segundo lugar, señalaré ciertas disfunciones en los datos oficiales:

1º.- Los contratos fijos o indefinidos aumentan, pero es un hecho patente, que un gran número de ellos son contratos por horas (a tiempo parcial) o contratos temporales hechos fijos discontinuos (lo que es una falacia en el empleo, pues cuando acabe el trabajo se acabará el puesto de trabajo fijo -si no al tiempo-).

2º.- Las condiciones de trabajo de todo tipo son precarias en el empleo que se está creando, incluidas las retribuciones salariales, que hará que baje la productividad y la cualificación profesional.

3º.- La realidad es, que el empleo indefinido de calidad, estable y duradero está disminuyendo con la aplicación de la reforma laboral, de forma, que una cosa es la apariencia de creación de empleo y otra cosa la realidad de los puestos de trabajo que se están creando o transformando, que con toda evidencia no coinciden, ya que, no puede ser que se diga que crece el empleo  y que baje el PIB.

El descuadre indica que el empleo creado es de baja productividad y de menos horas de trabajo efectivo.

En tercer lugar, fijaré unas conclusiones:

a).- Falta información veraz, de forma, que los datos oficiales de empleo encierran una trola, es decir, no son verdad, sino como mucho media verdad.

b).- La reforma laboral debe necesariamente ser modificada, buscando la productividad, la cualificación profesional y la creación de empleo de calidad estable y duradero.

c).- Los acuerdos entre empresa y trabajadores deben estar liberados de ataduras de convenios y de imposiciones legales.

d).- Sin flexibilidad en el mercado de trabajo será imposible aumentar la productividad de los trabajadores y la competitividad de las empresas, que son las bases de una creación de empleo estable y sostenida.

N.B.  Los datos oficiales sobre empleo y paro son una falacia, o si se quiere, una mentira disfrazada de verdad, porque + empleo y – PIB significa menor productividad, lo que sí o sí, implica bajada de horas de trabajo y facturación.

En resumen, aumenta la precariedad en el empleo, aunque este aumente oficialmente, cosa que, pongo en almoneda.

Así mismo, es imposible sin conocer la realidad reformar de raíz nuestro mercado de trabajo, adoptando medidas urgentes, que mejoren la productividad y sea posible crear empleo estable, duradero y de calidad, además, la reforma laboral aprobada lo impide.

La cifra de inactivos en crecimiento continuo es un indicador siniestro, que no se puede ignorar, dato aumentado por los incapacitados permanentes sociales.

Córdoba, a 6 de abril de 2022

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.

Inflación – salarios (una relación difícil)

La inflación se ha instalado ya en los ciudadanos de a pie, que ven como todo sube y sube sin solución ni remedio, ya que, no hay más que ir al cualquier mercado o supermercado para comprobarlo y, además, no es un punto o dos décimas, es un aumento descontrolado del precio de todos los productos sin excepción, especialmente, los de primera necesidad que han disparado su coste al público.

El Banco de España ha expresado su preocupación porque la inflación repercuta en los salarios, cosa que habrá que entender en el sentido, de que -de que los salarios aumenten al ritmo de la inflación-, pues repercutir, lo que se dice repercutir, ya lo está haciendo, como se ha señalado, en los precios de todos los productos básicos (el disparate de la energía, se deja a un lado para no amargar a nadie), lo que implica, sí o sí, que la inflación está impactando de lleno sobre los salarios.

Las posibles medidas para ayudar a los ciudadanos de a pie pueden ser muchas, desde reducir el gasto público innecesario a medidas fiscales de todo tipo, etc. etc., de forma, que se haga menos dura a los españoles la subida vertiginosa de precios, sin embargo, el Gobierno de España, que, encima, ve como sus cuentas caen al vacío de la inoperancia, no toma medida alguna, salvo subir impuestos presumiendo de más recaudación, enfangado entre otras demencias en una “reforma laboral” con tintes de suicida.

Las noticias básicas sobre nuestra situación económica y social son extremadamente alarmantes, así, por señalar algunas:

* La recuperación se retrae día a día (ni sólida ni rápida), ahora, el B. de España cifra nuestro PIB en el 4,5%.

* La inflación se está disparando sin control.

* El gasto público aumenta sin mesura.

* La presión fiscal aumenta, por no hablar del impuesto de cotizaciones sociales del Ministro Escrivá.

* La reforma laboral que se fragua, más parece un contubernio que un acuerdo, donde todo parece trolero y engañoso para los españoles y para la U.E.

*  La situación política ha entrado en fase de -desgracia nacional-, donde todos los partidos van a lo suyo sin excepción alguna y donde parece imposible un solo Acuerdo de Estado, sin olvidar, además, que los partidos pelean entre sí mismos a degüello (P.P. Nacional contra todos los suyos, PSOE sometido a la “autoritas” personalista de su líder único, Cs. embarrándose cada vez más, VOX contra todos, U.P. desangrándose entre sí, por no hablar de PNV, ERC, Bildu, y resto de independentistas inclinados hasta la ruina final).

* Los españoles de a pie ateridos, no solo de frio, sino, también, de miedo, incertidumbre y desconfianza, mientras empiezan a administrar su ruina cuando compran lo que pueden.

* Los salarios siguen inmóviles, salvo los públicos, pues nadie se atreve a acercarse a la inflación por lo que pueda pasar, mientras los precios crecen y la pobreza apunta sus peores tallos, extendiéndose como una mancha de aceite. 

En resumen, el Banco de España puede estar tranquilo en su limbo traslúcido, es un hecho indudable que la inflación no llegará a los salarios, pero no porque no sea algo necesario, sino porque es algo imposible, de forma, que solo hay una realidad indiscutible, que la pobreza aumenta día a día, no quedando otra que apretarse el cinturón.

Así mismo, el. B. de E., ya que, realiza previsiones y advertencias, podría señalar y detallar una serie de medidas para solucionar el problema y/o paliar la situación de los españoles, que, sin ánimo de molestar, debería concretar con un orden de prioridades, así a todos nos llegaría la luz y la cordura, pero sobre todo veríamos, si existe un ápice de esperanza

La inflación se come los salarios, al menos, por dos sitios:

a). Los aumentos de precios suponen una disminución de los salarios.

b). Los aumentos de los salarios nunca alcanzan al crecimiento de la inflación.

La inflación es el impuesto de los más débiles económicamente en cualquier sociedad.

Finalmente, poner de manifiesto, como es público y notorio, que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, acaba de ligar el crecimiento de las pensiones a la inflación, lo que posiblemente solo en este ejercicio supondrá, siendo optimistas, al menos, unos 6.000 millones extra, por lo que la pregunta es clara:

¿Podrá el Sr. Escrivá cumplir su apuesta de indexar la subida de las pensiones al IPC?

N.B. La inflación y los salarios tienen siempre una relación difícil, pero ahora es una relación imposible, de manera, que el Banco de España puede dormir tranquilo, pues es evidente, que la inflación no llegará a los salarios para elevarlos a su nivel, pero no porque no sea algo necesario, sino porque es algo imposible en las actuales circunstancias económicas y sociales.

Los españoles de a pie, como siempre, a mirar y aguantar, apretándose el cinturón, que se está quedando sin agujeros: La incertidumbre se ha apoderado de España, porque todos los españoles están convencidos del desastre, pero no ven salida alguna para ellos.

El Banco de España, saliendo del confort, debería concretar unas medidas para devolver la ilusión y la esperanza a los españoles, si es que puede o si es que existen.

Córdoba, a 18 de diciembre de 2021

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.

Empleo y paro II (deuda – inflación – déficit público – PIB – inseguridad e incertidumbre)

En estos días de incertidumbre e inseguridad jurídica “el desempleo estructural” parece olvidado por los poderes públicos, difuminándose en el vacío, preterido por otros asuntos menos urgentes, como, pueden ser entre otros, las pensiones y la reforma laboral, que están consiguiendo, que el problema del paro quede laminado para los españoles, de manera, que se oculta el número inquietante de personas inactivas y en paro.

El número de personas sin empleo real en España es aterrador, no solo por sus cifras, desconocidas realmente (ver, los –inactivos- y las -cifras engañosas del empleo público que disfrazan el problema-, etc.), sino también, por la distribución desigual del mismo por sectores, por regiones, por razón de edad -menores y mayores de 50 años- y de género.

El paro estructural en España es una realidad muy negativa, que, además, habiéndose adoptado por los poderes públicos una actitud tancredista hacia la inanidad, ninguna solución aparece, aunque lo peor para nuestro desempleo empieza a vislumbrarse a través de otros asuntos, que indican, se quiera reconocer o no, que nuestro paro estructural va a quedar abandonado por los poderes públicos, que tendrían la responsabilidad indudable de afrontarlo y combatirlo, de forma, que ahora conviene detallar una serie de asuntos preocupantes, que distorsionarán aún más el mercado de trabajo y enquistarán nuestro paro estructural aún más si cabe, así:

** La deuda pública ha marcado un nuevo máximo histórico en septiembre y alcanza el 122,1% del PIB.

Es un hecho indiscutible, que sin planes de política fiscal fiables vamos hacia una crisis de deuda pública, máxime, por el efecto de choque que puede tener para España el final de las compras de emergencia de bonos en abril de 2022, debido al descontrol del déficit, pues, ya se da por descontado es que no se prorrogará el Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP), cuando venza en marzo.

La cuestión es clara, si el BCE deja de comprar a España todas las emisiones de deuda, como viene haciendo, el Estado tendrá que colocarlas en el mercado, y, por los fuertes desequilibrios de nuestra economía y la negativa del Gobierno a tomar medidas para reducirlos, lo normal es, que los vayan a invertir exijan una prima de riesgo cada vez más alta, lo que disparará los costes financieros del Estado, agravándose el déficit con lo que iríamos hacia crisis de deuda:   Con una prima de riesgo por encima de 600 puntos básicos España puede caer al abismo de la expulsión de la U. M. y fuera del euro.

Es un hecho, que los precios de la deuda están en máximos por las compras realizadas por el BCE, lo que quiere decir, también, que su rendimiento está en mínimos casi desconocidos y ello conlleva que una gran cantidad de bonos europeos tiene rendimientos negativos; es decir, que el comprador recibirá menos dinero de lo que invierte, lo que supone algo perverso en la política monetaria actual, sin olvidar, que esos rendimientos negativos incluyen la expectativa de una inflación nula o negativa.

La política del BCE con tipos de interés a cero, se quiera aceptar o no, tiene fecha de caducidad, de manera, que, en algunos Estados Miembros (no solo los frugales), como Alemania, se empiezan a ver movimientos de subida de los tipos de interés y la consiguiente inflación, hecho que tendrá consecuencias negativas en los países fuertemente endeudados.

** La inflación se ha salido de madre, de forma, que el IPC se dispara hasta el 5,6% en noviembre, la tasa más alta desde hace muchos años.  Los ciudadanos ven ya, que la inflación está empezando a mostrar su fea cara y, sin duda, tendrá su impacto en los tipos de interés de mercado, por lo que las cuentas públicas empezarán a notarlo.

Si las previsiones sobre la inflación se mantienen o crecen, por la razón que sea, la cotización de los títulos de deuda caería. Es decir, sus rendimientos aumentarían, aunque el BCE continuara dopando el mercado con la compra de bonos.

** El descontrol del déficit publico es algo incontenible, de forma, que con un crecimiento del gasto grandioso difícilmente se cuadrarán los gastos con los ingresos del Estado, lo que lleva a una política continuada de endeudamiento y hasta donde se llegue llegó.

** Los Fondos de Europa tardan más de la cuenta y cuanto mayor sea la tardanza mayor será la condicionalidad exigida por Bruselas y nuestros socios cada vez más frugales.

A su vez, lo Fondos la U. E. no viene todos a la vez ni sin condiciones, de forma, que la cuestión no solo está en recibirlos, sino también como gastarlos, de forma, que ayuden a la recuperación y no provoquen rechazos ni vetos en Europa.

** La recuperación se está ralentizando y no está llegando por ahora a la gente de a pie. La OCDE hunde nuestro PIB al 4,5%, situándonos a la cola de Europa.

** Los Ertes son un instrumento fallido y agotado en su actual configuración, si no van acompañado de medidas coyunturales inmediatas y eficaces, especialmente, a través de ayudas directas a las empresas solventes y/o recuperables.

Así mismo, es un hecho real que las empresas insolventes y zombis se multiplican agazapadas en préstamos ICO y en regulaciones de empleo ficticias, que camuflan empleos inexistentes.

El B. E. calcula, que actualmente el 40% de los negocios españoles arrastra problemas para cubrir sus gastos, mientras que más de un 14% ha alcanzado la insolvencia.

** Todos los esfuerzos y toda la propaganda están en las reformas del mercado laboral unidireccionales y de las pensiones con olvido de todo lo demás, por supuesto, con olvido manifiesto del paro y sus consecuencias perversas.

El número real de desempleados estructurales se sitúa ya en una cifra desconocida de millones de personas, y, además, la cifra de paro se distribuye de forma irregular por las CC. AA. y entre ellas mismas territorialmente, a la vez, que existen colectivos de trabajadores donde el desempleo es una verdadera tragedia: Jóvenes, mayores de 50 años y mujeres.

El asunto crucial para todos los españoles que es el desempleo y su tremenda tasa, casi innombrable, está desaparecido de la discusión pública, especialmente, de todos los poderes públicos con algunas exiguas excepciones.

España necesita urgentemente reducir su tasa de paro igualándola a la de la U.E., lo que implica la adopción de medidas eficaces para aumentar la riqueza productiva, mejorar la cualificación profesional de los trabajadores de forma continua y permanente, dictar normas que acrecienten la flexibilidad y mejoren todas las condiciones de trabajo, no solo los salarios, y, en definitiva, crear un marco de empleo que propicie un mercado de trabajo justo y equitativo, dominado por la mejora de la rentabilidad y la creación de riqueza.

N.B. El paro estructural en España supera cualquier magnitud razonable, pero si le unimos la deuda, el PIB decreciente, la inflación disparada, el déficit público, el gasto público descontrolado, la inseguridad jurídica y una recuperación renqueante, la incertidumbre que atenaza a los españoles se convertirá en una desgracia permanente, donde en primera fila estarán por mucho tiempo los millones de españoles en el paro.

Por otro lado, intentar solucionar el problema con el olvido es, como se está viendo, un disparate,  pero si, además, se disparan todos los demás asuntos enunciados, el desastre será insostenible, ya que, la recuperación económica y social de España entrará en un laberinto de salida imposible.

La postura inane tancredista no da solución a ningún problema, y, en España ya vamos sobrados de actitudes de quietud extrema, que solo llevan a la desesperanza.

Córdoba, a 1 de diciembre de 2021

Fdo. Enrique García Montoya

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.

Una cuestión de libertad (economía – recuperación – prohibir)

Se habla en todos sitios sobre las mascarillas obligatorias al aire libre, de manera, que los expertos gubernamentales como el Sr. Simón nos informan, como siempre, llevándonos a la incertidumbre más absoluta, diciendo –sí pero no, aunque acaso si para después-.

Es un hecho constatado, que nada satisface más a los políticos liberticidas que prohibir, de forma, que les da igual, siempre encuentran una posibilidad de secuestrar la libertad.

Parece, que “el prohibir” tiene algo que ver con el respeto de las naciones a los derechos y libertades fundamentales, ya que,  en Europa la mascarilla en países como Alemania, Noruega, Finlandia o Suecia nunca ha sido obligatoria en el exterior (Bélgica también ha eliminado el uso obligatorio), en cambio, Portugal, Italia, Grecia y España son de las únicas naciones europeas que exigen mascarilla al aire libre, que debe ser por -nuestra seguridad- y, porque una parte decisiva de nuestro PIB depende del sector servicios, de manera, que hay que aprovecharse para prohibir.

En España se publicó en el BOE la Ley 2/2021, de 29 de marzo, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, ya en vigor, que dispone en su artículo 6. el uso obligatorio de mascarillas, así dice:

 << Las personas de seis años en adelante quedan obligadas al uso de mascarillas en los siguientes supuestos:

a). En la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público.>>

El desafuero legal se implementó por una enmienda del PSOE en el Senado, que fue aceptada por todos los senadores, pues, es lo cierto, que ninguno puso objeción a la exorbitante prohibición. El Senado está compuesto por 265 miembros, de los que 208 son electos y 57 designados por los Parlamentos autonómicos, pues bien, ninguno se opuso ni manifestó nada en contra, razón por la que debemos admitir, que todos estaban de acuerdo con el desafuero contenido en la Ley, así que, todos con mascarillas, y, sin que nadie haya explicado nada, tal y como viene siendo la forma autoritaria de gobernarnos a los españoles silentes y cautivos.

Lo único cierto, es que la Ley está en vigor y obliga a todos a su cumplimiento, aunque resulte un disparate prohibitivo.

Hay un dicho popular, que, a la Ley impagable precitada le -viene que ni pintado-, que dice: lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.

La frase es una manifestación del llamado principio de contradicción, que se podría formular, más o menos, así: es claro, que la misma cosa no dispondrá a la vez para hacer cosas contrarias en lo mismo y en relación al mismo objetivo. ​

Por otro lado, una ley que no es aceptada por el pueblo es de imposible cumplimiento, de forma, que se pide una información veraz en el asunto de las mascarillas, porque reina la incertidumbre más opaca, quizás, porque lo que se quiere,  es que no se cumpla su propia ley, pero con la estaca preparada para golpear en la protesta. A esto se le llama -seguridad jurídica-.

Es evidente, que ha quedado olvidado el eslogan pacifista de <<prohibido prohibir>>, que en estos tiempos de inseguridad jurídica y de falta de respeto a la ley por los poderes públicos, se formula a la inversa: <<prohibido no prohibir>>, aunque ahora, todo queda, además, en un silencio humillante para el pueblo soberano.

El secreto de las mascarillas obligatorias o -no- es una cuestión de libertad, que afecta a la economía, a la recuperación resiliente y a nuestros derechos y libertades constitucionales.

N. B.   El asunto de las mascarillas por ley siempre o -no-, con olvido del principio de contradicción expuesto y del prohibido prohibir, demuestra, que el dicho popular de que, lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible, es una realidad incuestionable, del que los poderes públicos podrían tomar nota, mientras tanto, la recuperación económica y social -en espera- para salir de la ruina, porque la obligación legal de los españoles mayores de seis años de llevar mascarillas no es importante, al ser solo -una cuestión de libertad-.

Lo más alarmante de todo es la incertidumbre, la inseguridad jurídica, la falta de respeto a la ley por los poderes públicos y la pérdida de libertades, que se han enquistado en España.

Córdoba, a 17 de junio de 2021

Fdo. Enrique García Montoya.

Abogado ICA-Córdoba. Inspector de Trabajo y S. S.